lunes, octubre 24, 2005

No hay mal que por bien no venga...

Ahora que ya conocéis un poco a mi familia, vamos a seguir por esos derroteros...este verano estábamos de vacaciones en Francia, navegando por los canales del sur con un barco que habíamos alquilado y amarrándolo cada poco en la orilla para visitar los pueblos de nuestro recorrido. Los protagonistas somos los de siempre: mis padres, Kin, Celia, mis hermanas, Carlos y Javi...el tercer día de viaje hicimos parada en Sète, una ciudad muy bonita y bastante grande, a cuyas afueras cogimos un autobús para llegar al centro. Durante el trayecto fuimos de buen rollito, gastando bromas e incordiándonos los unos a los otros. Buen rollito que continuó al llegar a nuestra parada, donde la mayor de mis hermanas, Amalia, y mi primo Carlos empezaron a perseguirse mutuamente. Yo, ignorando que tenía ante mí a dos asesinos en potencia, me reí un rato con sus ocurrencias...hasta que pasó lo que pasó. En un momento dado, la persecución les llevó hacia el sitio donde estábamos todos los demás, tranquilamente y sin meternos con nadie. Y se pusieron a orbitar a mi alrededor, Carlos perseguido y Amalia persiguiendo. Al principio no les puse ninguna pega, pero llegó un momento en que sus continuas vueltas me impidieron todo movimiento para alejarme de allí...hasta que me empezaron a agobiar y ensayé un nuevo intento de fuga. Y fue JUSTO en el momento en que cambiaba de postura para dar un paso, cuando Carlos, que pasaba junto a mí como una bala, me utilizó de punto de apoyo para coger velocidad (agarrándoseme y cargando todo su peso en el aire sobre mí). Claclac, sonó mi rodilla derecha al salirse de su sitio y volver a él a gran velocidad. Spaff, sonó mi cuerpo al impactar contra el duro suelo. ¡Auggghh!, sonó mi garganta...
Después, en el suelo, me estuve debatiendo entre dos sentimientos: por un lado, el dolor terrible que me subía por toda la pierna. Por otro, las ganas de salir corriendo detrás de aquellos dos y acabar con sus vidas antes de que tuvieran tiempo de cometer más crímenes... pero evidentemente no pude hacerlo, ya que no podía correr. Hubo que conformarse con el dolor.
El resto del viaje lo pasé con un bulto horrible donde antes tenía la rodilla, que me dolía de una forma persistente y cansina; unos días después, cuando nos fuimos a Alicante para pasar un par de semanas como cada año, me hicieron una resonancia magnética y todo tipo de pruebas, diagnosticándome una fractura trabecular con yo qué sé qué más...y recomendándome reposo y rehabilitación. El resultado fue que estuve andando con muletas durante algo más de un mes, y que cuando volvimos aquí empecé con la rehabilitación de marras. Y aunque al principio no llevaba nada bien lo de estar lisiado, luego resultó que, gracias a un justificante del centro de rehabilitación, pude cambiar el horario de mis clases en la Universidad de tarde a mañana (un objetivo que andaba persiguiendo desde hacía mucho)... no sé qué hacer: ¿me cargo a los psicópatas que atentaron contra mi vida...?¿les doy las gracias...?¿se lo agradezco mientras me los cargo...?

4 magos dieron su sabia opinión:

Anonymous Anónimo proclamó...

Como dice el refran no hay mal q x bien no venga xo si puedes enmendar el mal q t izo tu primo con una accion similar ya soloquedara el bien producido y tu conciencia descansara tranquila x aplicar la ley natural mas vieja q existe... ojo x ojo y rodilla x rodilla

9:47 p. m.  
Blogger Kilian proclamó...

Pues eso, Batracius y Mercklad; lo que yo digo. Pero luego seguro que me entra cargo de conciencia...así que no sé qué hacer,jejeje...un abrazo.

9:52 p. m.  
Blogger CGI MANAGEMENT proclamó...

Habrá que oir la versión de los niños, no?, digo yo... :D

Porque es muy fácil echar la culpa a pobrecillos angelicales, indefensos e inocentes que no se meten por aquí... xDDDD

10:08 p. m.  
Blogger Kilian proclamó...

¿"Pobrecillos angelicales, indefensos e inocentes"? ¿He leído bien?¡Florecillaaa, florecilla!¡Mucho ojo!:D

3:53 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home