jueves, octubre 27, 2005

Que no nos pille con él

Bueno, bueno, bueno...por fin hemos conocido la verdad sobre el asunto que ayer no nos dejaba dormir...esta mañana ha llegado el profesor de Geología y nos ha explicado que la actividad que tenían programada era un simulacro de evacuación por incendio. No, no habéis leído mal: ¡un simulacro de evacuación por incendio! No era, ni mucho menos, lo primero que nos habíamos esperado, pero está bien probar cosas nuevas...la clase de Geología ha transcurrido sin novedades, así que ha sido al final de la clase de Matemáticas cuando hemos oído la alarma. Lo malo es que, al estar sobre aviso, la sincronización para la evacuación ha sido perfecta, dándonos tiempo a recoger todo lo que teníamos por en medio. Y así pierde la gracia...habría sido bastante más divertido si no hubiéramos sabido nada, puesto que así sería si se declarase un incendio de verdad.
Pero bueno, a lo que íbamos...después de recoger las cosas y salir de clase en perfecto orden, Álvaro (que parece haber nacido en la Universidad) me ha informado de que conocía un atajo para salir del edificio. Y ha cumplido con creces: mientras todos los demás se precipitaban como borregos hacia la entrada principal, él y yo nos hemos dirigido hacia la salida de incendios, por donde hemos podido escapar del supuesto fuego con total calma y sin agobiarnos con la multitud (porque, de hecho, sólo nosotros dos hemos salido por ahí, je je je). Una vez fuera, ya a salvo, hemos buscado el punto de encuentro a la entrada del edificio, por donde no paraba de fluir una enorme marea humana, y nos hemos quedado charlando con la gente hasta que todos han estado fuera. Luego, mientras los estudiantes pensábamos que hacía muy buen día y que deberíamos quedarnos allí ya que estábamos, los profesores manifestaron su desacuerdo instándonos (o empujándonos) a entrar en clase de nuevo.
Durante el camino, fuimos comentando la jugada paso a paso: los pros, los contras, qué nos ha gustado más, qué cambiaríamos...coincidimos en una cosa: lo mejor fue cuando sonó la alarma y el profesor de mates, poniendo cara de "mierda, ya me han fastidiado la clase", dejó de escribir y fue el primero en largarse...(cuando se suponía que era él quien nos tenía que guiar hacia las salidas), provocando así que nos quedásemos solitos y desamparados. Vamos, que si algún día se declara un incendio de verdad, espero que no sea durante su clase. Que sólo le ha faltado arrojar la tiza al suelo y abalanzarse sobre la puerta al grito de: "¡Socorrooo!¡Los profesores primerooo!"

3 magos dieron su sabia opinión:

Blogger Kilian proclamó...

Sólo dos palabras: Dios santo...
Me he quedao flipao, tio, q wenooo!Ya nos veremos;dile a tu profe que se mejore.

11:22 p. m.  
Blogger CGI MANAGEMENT proclamó...

¿Puedo felicitarte también por aquí? Pues eso, que aunque lleves varios días que si me quejo de esto que si estoy malito que si Arguiñano, no te librarás de los XVIII (a que escrito así parecen más) tirones de oreja.

7:30 p. m.  
Blogger Kilian proclamó...

Gracias, chicos...me habéis emocionado. Jejeje...ya os contaré.

10:03 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home